Estoy muy emocionada de presentarte a esta especie, porque nuestro buen amigo y el entrevistado de Behind the Fins, Sebastian Kraft hablará sobre este animal (y algunos otros en el futuro). Vean su entrevista aquí. Como el nombre suguiere, el tiburón martillo gigante, Sphyrna mokarran, es (*ta ráa*) la especie más grande en la familia de los martillos. Puede medir hasta 6 metros de largo, pero la mayoría de los individuos se encuentran bajo este tamaño. Tienen dos principales características distintivas: la aleta dorsal, alta y con forma de hoz, que además es la más grande en este tiburón, y la forma de la cabeza, que tiene un contorno más rectangular que en otras especies de martillo. Como en las demás especies de su familia, tienen a sus crías en una forma muy peculiar: se reproducen a través de viviparía placentaria, parecido a como lo hacen los mamíferos (aunque no es exclusivo de los tiburones martillo). Las estructuras involucradas son similares a las de los mamíferos, pero su origen en el desarrollo es distinto: en estos tiburones, una vez que el saco vitelino se agota, éste se transforma en el cordón umbilical y placenta. Pueden dar a luz entre 13 y 42 crías, luego de un período de gestación de 7 a 11 meses. Al nacer, las crías tienen un tamaño que oscila entre los 50 y 70 cm. Estos animales son de hábitos costeros y semioceánicos y se encuentran en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos, desde aguas muy someras de de un metro de profundidad hasta los 80 metros. Aquí se alimentan de una variedad de animals, desde crustáceos a peces, pero son famosos por ser ávidos depredadores de rayas. Y alimentarse de rayas conlleva un punzante, doloroso problema. Sí, lo adivinaste: aguijones aserrados. Como si eso no fuera suficiente, estos pueden ser venenosos, pero los martillos no parecen molestados por esto, porque frecuentemente son encontrados con varios de éstos en la boca y garganta. Un ejemplar fue encontrado con casi 100 de estos. Han sido observados inmovilizando rayas con la cabeza contra el fondo marino y sujetándolas contra este, para luego rodearlas y mordiendo y arrancando parte de las aletas pectorales para prevenir que escapen. Hablemos un poco más sobre la cabeza. La forma de la cabeza lateralmente expandida de los tiburones martillo varía por especie. Su función no es puramente estética: varias hipótesis se han estipulado para explicar la evolución de una forma así de peculiar, principalmente relacionado a los sentidos y a la caza de presas. Al nadar, los tiburones mueven su cabeza lateralmente (movimiento conocido como guiñada en aviación), logrando un campo visual más amplio al abarcar zonas a las que serían ciegos sin este movimiento. Frontalmente, la visión de ambos ojos se superpone, permitiendo visión binocular, lo que mejora mucho su percepción de profundidad. Este interesante estudio investigó esta hipótesis (doi: 10.1242/jeb.032615). Puedes poner esto a prueba intentando tomar un objeto mientras cubres uno de tus ojos (haz esto antes de intentarlo con ambos ojos para que tu cerebro no tenga experiencia previa para apoyarse). La cabeza alargada lateralmente también funciona como un detector de metales para presas. Las ampollas de Lorenzini son células electroperceptivas, presentes en condrictios y algunos peces óseos como los esturiones, que perciben campos eléctricos a cortas distancias, a través de aperturas llenas de un gel especial. Están distribuidas sobre la superficie ventral de la cabeza. Así pueden “ver” presas visualmente escondidas, por ejemplo un lenguado escondido bajo la arena. Son capaces de detectar su presencia debido a que pueden percibir señales eléctricas muy débiles, como las emitidas por un corazón latiendo. Gracias a la forma de su cabeza, los tiburones martillo tienen una superficie sensorial mayor en comparación a los demás tiburones. Esta habilidad en tiburones en general ha sido estudiada por muchos años con clásicos experimentos, como el trabajo “The Electric Sense of Sharks and Rays” de A.J. Kalmijn publicado el año 1971 en la revista Journal of Experimental Biology. Algunos trabajos han estudiado la forma en la que los tiburones perciben olores en sus alrededores (como este 10.1016/j.cub.2010.04.053), encontrando que los tiburones tienden a ir en la dirección por la que el olor llega primero, independiente de su concentraión. Siguiendo la pluma de esta forma le permite entonces llegar a la fuente del olor. Como con los demás sentidos, los tiburones martillo llevan esto un poco más allá. Como sus aperturas nasales se encuentran más separadas que en otras especies, son más sensibles a ángulos más pequeños en la dirección del olor entrante. Todo lo que hemos mencionado hasta el momento es usado por los tiburones martillo para navegar y para detectar a sus presas. Luego de encontrarlas, si tienen que entrar en persecución, la cabeza también es útil. Mejora la maniobrabilidad y permite realizar cambios bruscos en la dirección con mayor facilidad, permitiendo que el tiburón tenga mayores probabilidades de atrapar a ese delicioso panqueque marino armado. Hablando de facilitar el nado, la gran aleta dorsal sirve un curioso propósito en esto. Se ha encontrado que los martillos gigantes nadan hasta el 90% del tiempo inclinados hacia un lado, en ángulos de entre 50-75° (aquí un video). Esto reduce el costo energético de nadar. Así es como funciona: en el agua, un tiburón está constantemente generando y expuesto a distintas fuerzas. Una de estas es la tendencia natural del tiburón a hundirse, que es contrarrestada por otra fuerza llamada levantamiento (“L” en la figura XX), generada por las aletas pectorales. Al inclinarse sobre un costado, la aleta dorsal pasa a funcionar como una aleta pectoral, pero de mayor superficie y así mayor levantamiento. Amenazas El estado de conservación del tiburón martillo gigante en la Lista Roja de la UICN es Amenazado, debido a que es muy buscado por sus aletas y es comúnmente capturado como pesca incidental. Las altas presiones pesqueras han reducido mucho sus números, ya que, al igual que virtualmente todos los elasmobranquios, son animales de larga vida, maduración sexual tardía y de pocas crías. Además, los martillos son especialmente sensibles al estrés producido por la captura y la manipulación, por lo que presentan altas tasas de mortalidad luego de ser liberados. ¿QUÉ APRENDISTE SOBRE ESTE ANIMAL?YOU MAY ALSO LIKE:Comments are closed.
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AuthorTFUI Founder Melissa C. Marquez is author of all animal bios and "Behind the Fins" segments. SEE MELISSA'S TEDx TALK HERE:
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August 2020
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